En medio de las barquitas,
hoy,
hay una luz encendida
que, aún siendo algo pequeña,
más que un buen trecho ilumina.
La brisa se torna un pizco fresca
mas las olas permanecen tranquilas
aunque quizá
resuenan unos tonos más
al acercarse a la orilla.
Una estrella ya ha salido,
temprana en el cielo brilla
y, en el horizonte,
una bonita amalgama
de naranjas y algodones.
Oh maravilla!!
Pausada y agradecida
siento que la Tierra me sana
mientras cotemplo
el caer de la noche
serena
sobre la playa
a la que tanto amo,
la que tanto me ama.