El amor se me revela
como si,
tras una tormenta de arena
en la que caminar podía
a duras penas,
vislumbrara,
entre las dunas,
nuevas,
un nuevo camino
llano, liso y sin problemas,
donde poder sanar
contenta;
un nuevo camino en el que ser
mujer
libre de abusos,
libre de condenas;
donde el verdaderamente
amarme a mí misma
sea mi propia bandera,
mi razón de ser,
la buena guía de mi conciencia.
El amor se me revela
dándome, hoy por hoy,
la bienvenida.
¡Enhorabuena!