Yo soy eterna
como la flor constante
que renace en primavera,
como los cirios en Cuaresma,
como los pinos preciosos
de mi "adoptiva" tierra;
como la mar incansable
avanza tras sus mareas
como el refugio amable
hecho de caña y de piedra,
como la barca se mece
entre vaivenes de espuma fresca,
como la noche sigue a los días,
como nacen nuevas estrellas,
como el más etéreo soliloquio
o la más preciada cenefa
que decora las telas de los altares
en todos los días de fiesta.
San Antonio, patrón;
Santa Justina...
y que "todo el mundo " celebra
aunque no todos vayan a misa,
incluyendo a los más "renegados"
pues no sería lo mismo sin ellas.
Como la ladera del monte
el paisaje que embelesa
el trigo bajo el sol dorado
y la luz de las azucenas
como el más bello amanecer
sin lastres y sin cadenas.
Yo soy eterna.