Mi soledad llevo dentro,
torre de ciegas ventanas.
Cuando mis brazos extiendo,
abro tus puertas de entrada
y doy camino alfombrado
al que quiera visitarla.
Pintó el recuerdo los cuadros
que decoran sus estancias.
Allí mis pasadas dichas
con mi pena de hoy contrastan.
¡Qué juntos los dos estábamos!
¿Quién el cuerpo? ¿Quién el alma?
Nuestra separación última,
¡que muerte fue tan amarga!
Ahora dentro de mí llevo
mi alta soledad delgada.
Manuel Altolaguirre.
(De Ejemplo).