Las horas transcurren lentas y, si quieres,
crearemos juntos algo bueno y bello
con el más firme material
de mis más dulces sueños.
De vez en cuando, en algún instante, te recuerdo.
Y me pregunto...
¿cómo serán tus caricias?
¿si serán dulces tus besos?
Puedes creerme si te digo, amigo, que ardo en deseo
mientras voy borrando, hasta ese momento,
todo el miedo.
para ver tu tibia piel, tu porte sereno.
Ojalá esta vez sume en mi columna de haberes
un acierto.
Ojalá tú quieras ser el barco
que atraque felizmente en mi puerto.
Y...
no sólo en sueños.
Anna.