Hay imágenes que valen más que mil palabras. Y quizás ahora más que la primavera está cercana. El sonido del canto de los pájaros, el volar de una campana, el tañir de las mariposas batiendo suavemente sus alas, en especial las blancas. Ojalá el tiempo se extendiera sin miedo y sin tener que traspasar montañas, y que la luz del día fuera eterna como lo es para mi la luna amada. Ojalá pudiera descansar en esa fuente precisa de preciosa agua clara, en ese río de la vida, en esa brisa de la mañana. La primavera se acerca. Me lo dice mi guitarra, que incluso ha cambiado sus cuerdas pues quiere de nuevo ser tocada. Y me siento más tranquila, en el silencio anclada, en la tierra llana. En la paz sincera. En la paz soñada. En la Paz Lograda. Vislumbrando esa saeta que asciende hasta aclarar las gargantas. Todo un clásico. La primavera y la Semana Santa. Milagro de la Naturaleza. Estaciones y proclamas. Ojalá las palabras bastaran...
Anna.