Hoy tendría que ser ayer
y recuperar mi sonrisa, mi corazón,
mi casa, mis sentidos,
el templo de mi Ser
Mujer,
mi camino.
Hoy tendría que ser ayer
y recuperar mi inocencia, mi fe,
mi madre, mi poder como
mujer.
Hoy tendría que ser ayer
y decirte no a todo aquello que no sea
A- mar- me.
Hoy sé.
Y decirte no a todo lo que conjugue
con el verbo poseer.
Hoy tendría que ser ayer
y sentir
que sólo en Dios puedo
renacer,
refugiarme,
rejuvenecer;
dejar de odiarme
para siempre.
Pero, a lo mejor,
lo que tendría que ser hoy es
mañana
para ver,
feliz como mujer,
sana en mi alma,
la utopía realizada.
Quizá hoy tendría que ser...