Son más que palabras
las que de mi pecho manan
las que viven de noche
las que de día me sanan
las que encienden las luces
de las puertas de mi alma
las que retornan a mí
para amarme
para encaminarme a la abundancia
las que curan las penas
las que limpian todos los cauces
las que lloran a veces
para que todo sane
y por esos seres queridos
que siempre me abren
a lo bueno desconocido
y, en esta santa tarde,
son más que palabras
las que a mí acuden
para consolarme
y navegando llevarme
más allá de toda duda
razonable
a un futuro sano y feliz
donde siempre
al fin
poder respetarme
a mí.
Anna.
Acabado de nacer. Uno más de mis pequeños aprendices de poemas -como ya sabéis, los que me leen, que me gusta llamarlos-.
Recuerdo que una vez escuché a Santiago Gil hablar de los poetas y escritores que llegan al punto de escribir sin comas ni otros signos de puntuaciones y, cuando lo dijo, gratamente me sorprendí y me alegré por mí misma porque a mí me suelen salir escritos así.
Y éste, que publico aquí hoy, nació esta tarde después de una serie de acontecimientos de esta mañana y de leer lo que escribió hoy Santiago en su blog -"Las luces lejanas" que incluso puse al final de esta página. Todo me inspiró y he aquí el resultado que, como siempre, espero que sea del agrado del o de la que a esta ventana se acerca.