El tiempo pasa y pasa,
entre lágrimas blancas
y sonrisas de plata,
entre cortinas de humo
que disuelven las magias,
entre dolores, ligeros,
que en el fondo me sanan.
Corren los días,
las noches danzan,
las estrellas siguen brillando
y su luz me levanta.
Sobre la tierra asciendo
saliendo de mi prisión anticuada,
soltándome del estrés
del paso del tiempo
de la maldad que rompo
con ganas,
de las decepciones contadas.
El tiempo pasa y
yo avanzo
mucho menos cansada.
Libre de abusos, sustos
y otras charangas.
Hacia la Paz. Hacia la Gracia.
Hacia mi propia gran alma.