En tu silencio
observo
la paz que obtengo
porque en tu silencio
me pierdo
y, después,
felizmente me encuentro
como mujer
libre por completo
de cualquier pesadilla,
de cualquier posesión,
de cualquier miedo.
En tu silencio
disfruto
esa paz que respeto
que me sostiene
que me da vida
y con creces,
que me renueva
y me fortalece.
En tu silencio
celebro
la grandeza de la paz
que, en mí, conservo;
esa luz infinita
que es mi guía
a todo lo bello,
a lo bueno,
que me saca sin demora
de todo tipo de sufrimiento.
Me hallo. La hallo.
En tu silencio.