Zapatos viejos, caminos nuevos,
mis pies renaciendo en los senderos.
Bien anclada a la Vida,
que por suerte aún conservo,
por suerte y por mi trabajo,
gracias a la Gracia de Dios
y al Amor del Cielo.
Viejos zapatos, que me sirvieron.
Que hicieron de mi algo grande
en un mundo tan pequeño.
Que me llevaron a las lindes de mi Camino Nuevo.
El del constante Amor a mi misma
y del perenne Respeto,
donde calzo, afortunada, mis zapatitos nuevos.
Anna
7.5.20