De ilusiones llené mi maleta
tras vaciarla de antaño.
Depuré mis aguas dormidas,
mi fuego se hizo más calmo.
La madera seguía siendo buena
y así, tras la marea,
el viento la trajo de vuelta,
a esta orilla concreta.
El camino me abrió hacia el ensueño
en un mundo claro y perfecto.
Me serenó la lluvia despierta
sanando mis cicatrices con tacto.
De dulzura me llenaron plumas
de águilas y cigüeñas,
navegué de nuevo a buen puerto
rumbo a tierra y estrellas.
También viceversa.
La tormenta pudo conmigo,
me rompió casi entera
mas el elefante de la memoria
me trajo de nuevo a la tierra
rescatándome en cuerpo y alma
sanado por entero mi útero con calma,
renovando mi placenta;
dándome de nuevo la vida
y la vida de lo bueno llena
y entré,
por los pelos,
de milagro
o con los pies por delante
-¡sólo Dios sabe!-
en el camino de la conciencia,
en el camino de la corriente del agua,
del agua sobre la tierra.
Sigo siendo yo, siempre la misma,
pura, buena, contenta.
Niña linda. Inocencia.
La perfecta voz de una sana Conciencia.
A mi madre, la que me dió la Luna:
gracias, gracias mi bella.
Y a la Madre que me sostiene
bendiciones siempre eternas.
Yo, Ana Manuela Gª Contreras.
Mujer, Sanadora y Maestra.
Simplemente una artista de la Paz sobre el Planeta.
Tierra.
tras vaciarla de antaño.
Depuré mis aguas dormidas,
mi fuego se hizo más calmo.
La madera seguía siendo buena
y así, tras la marea,
el viento la trajo de vuelta,
a esta orilla concreta.
El camino me abrió hacia el ensueño
en un mundo claro y perfecto.
Me serenó la lluvia despierta
sanando mis cicatrices con tacto.
De dulzura me llenaron plumas
de águilas y cigüeñas,
navegué de nuevo a buen puerto
rumbo a tierra y estrellas.
También viceversa.
La tormenta pudo conmigo,
me rompió casi entera
mas el elefante de la memoria
me trajo de nuevo a la tierra
rescatándome en cuerpo y alma
sanado por entero mi útero con calma,
renovando mi placenta;
dándome de nuevo la vida
y la vida de lo bueno llena
y entré,
por los pelos,
de milagro
o con los pies por delante
-¡sólo Dios sabe!-
en el camino de la conciencia,
en el camino de la corriente del agua,
del agua sobre la tierra.
Sigo siendo yo, siempre la misma,
pura, buena, contenta.
Niña linda. Inocencia.
La perfecta voz de una sana Conciencia.
A mi madre, la que me dió la Luna:
gracias, gracias mi bella.
Y a la Madre que me sostiene
bendiciones siempre eternas.
Yo, Ana Manuela Gª Contreras.
Mujer, Sanadora y Maestra.
Simplemente una artista de la Paz sobre el Planeta.
Tierra.