Dejo de buscar sin duelo
la flor escondida,
dejo de tropezar en silencio
con la antigua piedra, conocida.
Dejo atrás los viejos sueños,
ya no eran profecías.
Y me entrego a la soledad completa
en esta noche vacía,
sintiéndome con mis alas,
a la Tierra unida.
Anna.
27.4.20
