Escribir. Escribir una letanía sin pobreza, sin el canto de los pájaros dentro de las jaulas, sin tristeza; sin saltos innecesarios ni carambolas de tarambanas. Con belleza.
Escribir. Escribir sin altibajos en la constante diaria, sin perturbaciones ni crónicas dilapidarias. Escribir que la mar me llena y el viento arrecia; que el sonido de la vida entra por mis ventanas y corre imparable por mis venas, algo ahora más abiertas, sin persianas, en la estepa menos adormecida de mi vasta alma. Gitana de iglesia.
Escribir sin miedo a la cordura tras las horas largas, vibrando con el cantar de las cuerdas de mi guitarra; con todo por conocer, haciendo y a la vez no haciendo nada.
Escribir sin demasiadas extensiones cuando éstas no se hagan necesarias, sin pretensiones ni siendo vana, escuchando sin ruido a la luna que alegre repiquetea en mis entrañas, dejando que el océano salpique de pura vida cada una de mis células, de mis palabras, dejando que esa tristeza quede bien enterrada; más allá de esta agua, de esta arena, de esta playa...
Escribir porque me nace del Alma.
Escribir para sanar porque escribir me sana.
Anna (Ana M. Gª Contreras).
1 de Febrero del 2.016.
Las Canteras.