En el templo de los sueños
entre
azarbes escondidos
buscando
en los recovecos
del
alma hallé el sentido.
En
el templo de los sueños
tras
valles y campos de trigo,
después
de tibias hondonadas y
algún
que otro suspiro
encontré
mi propio camino.
En
el templo de los sueños
en
el cielo azul marino
aferrándome
a la vida
hacia
el mejor de los destinos
en
la tierra prometida
ni
de yermos terrenos
ni
de huertos baldíos.
En
el templo de los sueños
de
luz y paz todo teñido,
anclándome
en lo sano,
libre del olvido,
libre del olvido,
tuve la certeza de estar hecha…
de
roca y Amor Mismo.
Ana M.Gª Conteras.
28. Fb. 2016
L.P.D.G.C.