Ayer por la tarde tuve el gusto de asistir a la presentación del nuevo poemario de Santiago Gil titulado Trasmallos. Una nueva ocasión. Un nuevo momento. Por él infinitamente me alegro y...
me gustaría dejar constancia aquí de unas palabras de las escuchadas en tal acontecimiento escritas desde una biblioteca que, en el entender de Santiago, es...
una reinvención diaria.
Quien viva entre palabras siempre se eterniza quedando.
(Dedicado a Ana Déniz, antigua bibliotecaria de Santa Brigida).
... mirada... instantánea que no se lleva la muerte.
La vida es... armonía después de muchos años de derrotas.
La vida no era una huída en la madrugada.
Lo poco que importe es sólo lo que ames.
Hay razones de amor y de sexo que nos hacen eternos.
Sólo nos puede curar el amor, el divino amor que un día aparece para salvarte.
Que el futuro te regale divertimentos...
(Así lo espero).
(Curioso: ¡paradojas de la vida!. Que me guste un escritor que, en palabras de otros, cuenta de la "inevitable finitud" frente a mi innata, constante e inherente inevitable infinitud. Ese suyo "no quedará nada" frente al "quedará todo" que a veces subscribo. Mas hay un punto en común que nos une y es:
desde el amor que permanece
con toda la eternidad por delante...
(y)
A salvo.
Una vez más: ¡¡gracias Santiago!!.