Este pequeño relato, esta pequeña historia, ocurrió hace no tanto, en una de tantas medianas o grandes o pequeñas ciudades de España. Se titula "Para la Paz" o simplemente "La Ventana". Como usted, querido lector/lectora, prefiera llamarlo, llamarla.
En mitad de la noche me he asomado a la ventana. Sin miedo. La luz es clara.
Todos duermen, a Dios gracias. Están un poco "raros" ahora que...
tenemos que quedarnos en casa.
No protesto ni me enfado, aunque no comprendo qué pasa.
Hoy la luna está más grande. He de irme a la cama.
Dejaré que las estrellas me acunen. Y soñaré para que la Paz perdure.
¡Así se haga!
¡Así se haga!
Anna.
8.4.20