Los sueños, en su danza etérea, no van a ningún lugar y a la vez lo recorren todo. Son suspiros del alma que se escapan en la penumbra, tejiendo mundos que sólo el corazón puede cartografiar.
Fluyen como ríos de luz entre las rendijas del tiempo, llevándose ecos de anhelos, fragmentos de olvido y destellos de lo que nunca fue. No se pierden, pues no buscan destino, se disuelven al alba como niebla bajo el sol, dejando en la piel del soñador un aroma de infinito.
Son el lienzo donde pintamos lo imposible, y aunque se desvanezcan, su esencia persiste en el latir de lo que somos.
Fue un regalo para Mar (X: @astroreysol) de Villanueva (X: @VillanuevaKidon)
¡Y que vivan los regalos buenos! Esos son los verdaderos....
Ana Ananda💜
También constructora de los más felices sueños.